Con información de EFE Dow Jones
El congresista de Florida Vern Buchanan ha propuesto una ley que puede bloquear los planes del gigante petrolero español Repsol YPF SA de perforar en busca de petróleo en aguas cubanas a unas 50 millas de la costa de Florida, según un comunicado de su oficina de Washington enviado el viernes.
Buchanan, un republicano de la Cámara de Representantes, dijo que la propuesta, de llegarse a aprobar, permitiría al secretario de Interior de EEUU denegar permisos a compañías que hacen negocios con países que se enfrentan a sanciones comerciales de EEUU, como Cuba. Esto supone una amenaza directa para Repsol, en la medida en que la compañía ha estado activa explorando en busca de crudo en el golfo de México.
Buchanan dijo que espera que Repsol abandone sus planes de perforar en aguas cubanas si se aprueba la legislación, y añadió que los planes representan un peligro para las aguas de Florida dado que los expertos creen que Cuba no tendría medios para afrontar una catástrofe similar a la sufrida el año pasado por BP PLC en el golfo de México.
Un portavoz de Repsol no hizo comentarios sobre la información. (INICIO)
CUBA: CONTRA TODO RIESGO EN EXPLORACIÓN PETROLERA. ROBERTO SALOMÓN
Tomado de Prensa Latina
Cuba cuenta hoy con capacidad legislativa, de reglamentación, técnica y de evaluación de riesgos para prevenir y evitar derrames de hidrocarburos en la exploración de recursos petrolíferos en las aguas profundas del Golfo de México.
Así lo afirmó a Prensa Latina el director general de la Oficina de Regulación Ambiental y Seguridad Nuclear del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Ulises Fernández.
Fernández, quien participó en un reciente simposio efectuado en Cienfuegos sobre seguridad y riesgos ante derrames de hidrocarburos y servicios marítimos offshore, destacó la importancia de la regulación y la seguridad tecnológica en el proceso inversionista del país.
Uno de los lineamientos de la política industrial del proyecto que se somete actualmente al criterio de la población y que será debatido en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, se refiere a ese aspecto.
En efecto, esa directiva señala al respecto la necesidad de prestar atención prioritaria, en el proceso inversionista, al impacto ambiental asociado al desarrollo industrial, en particular en las ramas de la química y petroquímica, el níquel y la construcción.
Nuevos conceptos sobre seguridad y accidentes
Actualmente existe consenso en Cuba y la comunidad técnica mundial, en cuanto a que los accidentes industriales son raras veces causados sólo por fallas aisladas de la tecnología y errores humanos, comenta Fernández.
En el fondo de ellos subyacen errores organizacionales y técnicos, los cuales crean brechas o fisuras a los sistemas y barreras de seguridad, y una situación favorable para que el peligro asociado a los altos riesgos pueda convertirse en un daño económico, social y ambiental.
Hoy se está de acuerdo en que las organizaciones que no prestan atención a los sistemas de gestión que permiten la evaluación y el mantenimiento de la integridad de estas barreras de seguridad, son las responsables de los grandes accidentes.
En opinión del directivo, el grueso de las evaluaciones de la British Petroleum (BP) y de las otras dos compañías responsabilizadas con el reciente derrame del Golfo de México, dieron preeminencia a un solo factor como causa principal del accidente, lo cual es inexacto e impreciso.
A diferencia del modelo eminentemente prescriptivo que ha prevalecido en los sistemas reguladores de la seguridad en la industria del petróleo en Estados Unidos, caracterizados además por un débil control gubernamental, países con vasta experiencia en esta industria como Reino Unido y Noruega, entre ellos, aplican otros enfoques de control.
Estos se basan en auditar los sistemas de gestión de seguridad de las entidades operadoras, los cuales constituyen la herramienta principal para la preservación de la integralidad de las barreras de seguridad y la adopción de medidas compensatorias en caso de desviaciones de los parámetros de operación de las instalaciones.
Actualmente hay más de 500 normas del American Petroleum Institute en el mundo para todas las actividades en el sector del petróleo, y es muy importante su uso como referencia para otros sistemas nacionales fuera de Estados Unidos.
Este sistema normativo ya comenzó a incorporar experiencias derivadas del accidente del Golfo de México, el cual demostró que además de la seguridad de las instalaciones de perforación, la de las operaciones de los pozos en aguas profundas, comenzando por su diseño, resulta decisiva.
Algunos países han reconocido la capacidad cubana en la prevención de los riesgos, al haber podido reaccionar la isla a tiempo y de forma organizada para encarar el reto que plantea la exploración en las aguas de su zona económica exclusiva del Golfo de México.
Ante el hecho de que más de 110 buques transitan diariamente hacia y desde esa área cerca de las costas cubanas, el país viene preparándose desde el punto de vista legal y científico para cualquier posible accidente marítimo.
Convocado por la filial cubana del Instituto Panamericano de Ingeniería Naval (IPIN), el simposio sesionó durante dos días, y su tema central lo constituyó la actividad de monitoreo de la seguridad ante riesgos de derrames de hidrocarburos.
Los acuerdos de este evento reconocen la trascendencia de integrar las acciones científico-técnicas en la esfera, el incremento de la cooperación regional para la prevención y enfrentamiento de derrames de hidrocarburos.
También la necesidad de organizar talleres, foros e intercambios en la temática de desarrollo, validación y certificación de software para la modelación y simulación en el campo de la ciencia y la ingeniería.
Los grandes daños económicos y ecológicos que esos fenómenos pueden ocasionar quedaron dramáticamente demostrados con la marea negra originada en abril último por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, operada por BP.
Según las cifras más conservadoras, estos provocaron pérdidas económicas estimadas en más de 30 mil millones de dólares e incalculables daños al ecosistema.
La principal lección que cabe extraer de la catástrofe es que se requiere como mínimo una revisión, tanto de las prácticas actuales de la industria como de la supervisión del gobierno, según las conclusiones publicadas hace una semana por la comisión creada por la Casa Blanca, encargada de investigar las causas de la explosión.
Sin duda, las crecientes exploraciones de hidrocarburos en las aguas profundas de los mares obligarán a las naciones a una cooperación mayor en esa esfera y a la intensificación de las labores de prevención.
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