Por: El Duende
Final de la Convención Republicana.
Hoy vamos a reducir nuestra intervención en el programa de Radio-Miami a solo una nota, a manera de comentario de apenas unos minutos- no tuvimos tiempo para escribir mas- porque nos acostamos bien tarde en la noche viendo por televisión la Convención Republicana de Tampa en la que el candidato presidencial Mitt Romney aceptaba la nominación de su Partido para la más alta magistratura de los Estados Unidos.
Todas las convenciones presidenciales norteamericanas son siempre iguales , sean Republicanas o Demócratas, porque al parecer están diseñadas bajo un mismo patrón no muy diferente al espectáculo que nos describiera magistralmente el apóstol cubano José Martí, cuando estuvo presente en una de ellas a finales del Siglo XIX cuando ejercía la profesión periodística en New York, a la vez que trabajaba febrilmente por organizar el movimiento revolucionario con vista a la independencia de Cuba.
En esta Convención Republicana de Tampa en su día de cierre, tanto Mitt Romney como el resto de las figuras que hablaron al publico- en su inmensa mayoría blancos de ideas muy conservadoras- fueron cada uno a lo suyo, es decir, a sacarle partido a la ocasión, como si el subconsciente les dijera que la victoria estaba cantada para el Partido contrario- los Demócratas de Obama- y que había que subir al escenario para cada cual sacarle provecho al momento, pensando más en el futuro personal de cada uno de ellos , que en las elecciones presidenciales que ya están al doblar de la esquina.
Jeb Bush lo que hizo en su discurso ante la Convención Republicana, fue defender a su hermano el ex presidente George Bush, de los ataques que le hacen los Demócratas, que lo culpan del desastre en la economía que heredó el Presidente Obama.
El actor Clint Eastwood fue a promover su imagen y sus películas como “ llanero “ ya que con la excepción suya, el resto de Hollywood está al lado de Obama. Aquí le ha tocado hacer esta vez el papel del “malo de la película”.
El Senador Marco Rubio, como los demás, también fue a lo suyo. Promoverse para el futuro como la figura estrella hispana del Partido Republicano, aunque para el resto de los latinos, Rubio no es uno de ellos, porque en su discurso no dijo nada de Inmigración para no ponerse a mal con la audiencia derechista que odia a los hispanos. Y si se trata de Cuba, Marco Rubio usó la tribuna de la Convención de Tampa para convertirse en el cubano más prominente de los Estados Unidos, dejando bien atrás al resto de los políticos cubano-americanos que tienen escaños legislativos en el Capitolio de Washington.
Por lo demás poco o nada impactó al gran público televidente la noche final de la Convención Republicana de Tampa. El piso del coliseo donde se celebró el evento Republicano de anoche, no era ciertamente representativo del pueblo norteamericano de estos tiempos. Más bien parecía que lo que estábamos viendo, era una película de una Convención presidencial de los años 50, antes de que se promulgaran los derechos Civiles en los Estados Unidos. No vimos ni una sola cara negra ante la pantalla de la televisión. Los hispanos que se presentaron, eran en su inmensa mayoría de origen cubano, todos bien blanquitos por cierto, como si el color aceitunado de los mejicanos , centro y sudamericanos, no tuviera espacio en una Convención Republicana convocada para proclamar a un futuro Presidente de los Estados Unidos.
En resumen, diremos que la Convención Republicana de Tampa tuvo el mismo colorido que el de todas las Convenciones, pero como en ninguna anterior, dejó en el ambiente tanta sensación de derrota. A lo mejor me equivoco en mi juicio pero por lo quien vi en la televisión, los que participaron en la Convención Republicana de Tampa no constituyen una verdadera representación de lo que hoy es el pueblo de los Estados Unidos. Quizás por eso cada uno de los oradores que subió a la tribuna- Jeb Bush, Clint Eastwood y Marco Rubio- fueron solo a promover lo suyo pensando en su futuro, dejando a Romney en solitario defendiendo una visión de su país que nada tiene que ver con la realidad de hoy.
Lastima de Mitt Romney. Nadie debiera tener una mala opinión de su persona, pero me recuerda al personaje de la novela “The Ugly Américan“, “El Americano Feo”. Por eso no me gustó para nada lo que vi en la Convención Republicana de Tampa. ¡Lo malo no es Romney, sino lo que le rodea!
Y hasta el próximo martes amigos de El Duende, porque el lunes en Estados Unidos es “Labor Day”, el día del trabajo y no tenemos programa radial. Hasta entonces s pues que con mi gallo me voy cantando a m tumba fría, Bambarambay.