Por: Eduardo del Llano
Hoy propongo algo para ese masoquista que llevamos dentro. No es exactamente un concurso, porque no habrá premios, pero sí algo de interactividad y competencia.
Les pido que me cuenten su maltrato favorito. No tiene que ser el peor, sólo el más pintoresco. No tiene que haber ocurrido en Cuba, aunque supongo que así será en el noventa por cierto de los casos. La estupidez burocrática, la rigidez, el desprecio al otro son tan universales como las cucarachas y la calvicie. Relaten algo interesante, hagan catarsis.
Por mi parte empiezo con dos. El primero me ocurrió en Suiza hará diez o doce años. Regresaba de Austria a Cuba, debía tomar el avión al amanecer del día siguiente en Zurich, de modo que me expidieron por tren de Innsbruck a Zurich. Poco después de cruzar la frontera helvética hubo una inspección en el tren… y el policía no me creyó cuando le expliqué –en mi pobre alemán, pues el tipo no hablaba una palabra de inglés- que los cubanos con pasaporte oficial no necesitábamos visa para Suiza. Seamos justos, era bastante lógico que no lo supiera, no creo que pasaran muchos cubanos por allí. Ahora bien, la cosa continuó, me bajaron del tren con todo mi equipaje en un pueblecito mierdero, me interrogaron como a un espía novato, registraron mis maletas, sonrieron condescendientes al ver los regalos que le llevaba a la familia… en fin, que casi cuarenta minutos más tarde averiguaron por teléfono que yo tenía razón, y entonces, sin una disculpa, me subieron al próximo tren. Sólo que, claro, quienes me esperaban en Zurich, suizos al fin, al no verme llegar en el tren anterior pensaron que algo había cambiado, y se fueron. Me vi, entonces, de noche en la estación de una ciudad extraña, cargado con dos maletas pesadísimas con las que no podía avanzar veinte metros, sabiendo que no podía perder de ninguna manera el avión de las ocho de la mañana para Cuba. Como los teléfonos de la estación sólo funcionaban con tarjeta, traté de comprar una para llamar a quienes me remitieron desde Innsbruck –era el único número que tenía- pero la tienda donde vendían tarjetas ya había cerrado. Media hora después, desesperado, le compré una tarjeta a una mujer sudamericana que las vendía en una esquina junto a otras mercaderías interesantes… y bueno, con esa finalmente conseguí llamar a los austriacos, que llamaron a los suizos, que me recogieron una hora más tarde.
El otro maltrato es de producción nacional. Hay tantos donde escoger, tan obvios y frecuentes, que por una vez he elegido algo más sutil -si bien igualmente humillante, porque cualquiera se molesta ante el abuso telúrico y frontal, pero muchos se acostumbran al maltrato de bajo calibre-: tiene que ver con una expresión particular que puso hace pocos días un dependiente en una tienda de los bajos del FOCSA, cuando le pregunté por una pieza concreta que -se supone- venden en esa clase de establecimiento. No es, ni muchísimo menos, la primera vez que enfrento semejante
expresión en el lamentable sistema comercial de las tiendas estatales, apenas la más reciente, pero siempre me encabrona. Es la cara, ya saben, que pone el botero cuando le dices a dónde vas y resulta que no toma por allí: una mezcla de desprecio por hacerle perder su precioso tiempo con burla por ser tan iluso de creer que resolveré fácilmente mi problema. Algo así como “¡Mira a este, tú..!Para ese individuo, yo soy un infeliz al que ni siquiera vale la pena sonreír o sugerirle opciones; simplemente hace esa mueca, me ignora y sigue hablando con la cajera. Pobre tipo. Seguro se cree una buena persona.Adelante. Cuéntame tu maltrato favorito.
Comentarios
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Nestor Aragon dice:
Si de maltratos se trata…. Yo siempre digo que en lugar de condenar a alguien a 20 anos de prision podian hacerlo entrar y salir de Cuba con pasaporte cubano unas 10 veces y ya quedan chao.
En fin, llegas de viaje de visita. No tienes nada que declarar porque sabes que llevas lo que se puede llevar . Vas a salir por donde dice “Nothing to declare” y alguien te detiene y te dice “TU eres cubano? -notese el TU subrayado- entonces tienes que pesar…..
La aduana en todo el mundo tiene derecho a pararte y revisarte aun cuando no tengas nada que declarar, eso esta claro, lo que jode es eso de TU ERES CUBANO? -
EZapo dice:
Estudiaba en la CUJAE, un domingo tuve que ir a una práctica de las MTT, al salir al mediodía, hacía trasbordo en Av. Boyeros y llevaba una camisa de mezclilla azul y un pantalón militar, regalo de un amigo hijo de un General. Un policía se me acercó y me dijo que no podía usar ese pantalón y me llevó a la estación de policía de 100 y Aldabó. Allí me comenzaron a decir que de dónde lo habia sacado, le dije que un regalo de un amigo y me dijeron que eso no podía ser, que tenía iba a tener que declarar y me mandaron a una celda con un borracho. No sé de donde saqué tranquilidad y me quedé dormido en un banco de cemento. Mientras los compañeros que iban conmigo avisaron a mi casa, mi madre se apareción en lada negro (todo un simbolo de esa epoca) y me soltaron. Esto es un resumen. Yo no dejaba d epensar que le roncaba el mango, me habia levantado un domingo a las 6 de la mañana para un ejercicio de las MTT y terminaba en una estación por un policia que a todas luces quería mi pantalón. Y me preguntaba matado de risa qué hubiera pasado si el tema llegaba al General . . .
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Alain dice:
A mi una cosa que me fastidia mucho de Cuba son algunos taxistas, en julio pasado me paso unas cuantas veces, tu los paras y le dices para donde vas y ellos te prguntan cuanto pagas, uno claramente tira un numero favorable a su billetera y si el valor que les das no les cuadra ni siquiera te hacen una contraoferta, pisan el acelerador y se largan como si no les afectara en nada dejar de ganar o como si supieran que no les vas a pagar lo que piden, que falta de talento para hacer negocios es lo que veo que tienen.
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César Rodríguez dice:
Yo debo ser muy intransigente o incomprensivo porque recuerdo muchos maltratos. Las reuniones del CDR, especialmente la que me interrupía una buena película (de esas de Eduardo del Llano)
Los trabajos voluntarios, al último fui allá por el 80. Coger una guagua después de haber esperado mucho por ella (si sumara los tiempos de espera sumarían varios años)El día del cobro, no por saber cuanto ganaba menos descorazonador. Los discursos de Fidel, que cuando apagaba la tele aun se escuchaba el del vecino que quería destacarse. Hacer las compras con la libreta, cosa que nunca entendí, si me tocaba o no, que novena vino…Las propagandas políticas que lo rodean a uno allá..31 y P’alante..coñoooo. Venir cansado del trabajo y que la mujer me dijera: …-No te sientes, que aquí no hay nada de comer….Que se ponchara la bicicleta 20 km antes de llegar y con una “movida” amarrada en la parrilla”………..¿Para qué cansarlos?…por eso me fui. -
F. Hebra dice:
Mi maltrato favorito , aunque de “producción nacional” cubana, ocurrió en NY en el “backstage” del Carnegie Hall en 1999. Una conocida actriz cubana amiga mía de años estaba de visita en NY y compré dos entradas, una semana por adelantado, para ver a Buenavista Social Club. Ella tenía sus contactos con las oficinas de la Cancillería de Cuba ante la ONU en la ciudad y allí “resolvió”, además, dos “back stage passes” para una recepción con los músicos después de la función en el salón detrás del escenario. En el pase decía claramente que la presentación de un documento de identidad era requerida al presentarlo. Un cubano empleado de la cancillería, me lo confió ella después, se ocupaba de chequear las identificaciones y el pase, yo le mostré mi licencia de conducir. A mi amiga la reconoció el empleado y no le pidió el documento; como yo iba con mi mochila de trabajo el señor también me pidió que la abriera y le enseñara su contenido, hasta ahí todo normal. Dentro de mi mochila estaba mi pasaporte estadounidense pues estaba a punto de caducar y en algún momento de esa semana quería renovarlo en las oficinas del Rockefeller Center. El guardia lo abrió sin pedirme permiso y comentó muy naturalmente: “usted es cubano de aquí”. Le dije que sí y nos dejó pasar. Había muchas personas en la recepción: periodistas, los músicos, invitados y hasta Wim Wenders pues estaba en plena filmación de su documental Buenavista Social Club.
Al rato le pregunté al mismo cubano de la entrada (ya todos estábamos dentro y había acabado el chequeo) dónde estaba el baño. Me indicó y me fui feliz a descargar tres horas acumuladas en la vejiga.
Estaba orinando y todo lo recuerdo a la vez: el puñetazo en la cabeza desde atrás, el “gusano de mierda, ¿qué pinga haces tú aquí?” y finalmente la cara de él y el otro tipo que me inmovilizó para que no me defendiera. Me sacaron a empujones por una puerta lateral del pasillo que iba al baño.
Ya de madrugada y yo en mi casa me llamó mi amiga, me preguntó que por qué había desaparecido y que cuándo nos veíamos para devolverme la mochila que ella me cuidó mientras yo fui al baño. Me dolía mucho la cabeza por el golpe y a esa hora no quise explicarle lo sucedido.
Nos vimos al día siguiente, le conté el “acto de repudio a lo newyorkino” y se quedó pasmada. Le insinué que estaba considerando presentar cargos contra el teatro y ella me rogó que no lo hiciera, y tenía razón; posiblemente aquel individuo tenía inmunidad diplomática y , lo peor, revolver la mierda iba a afectarla a ella de alguna manera.
Finalmente no hice nada, ella todavía vive en Cuba, todavía somos amigos y todavía recuerdo el incidente como mi maltrato favorito, pintoresco y reafirmante. -
Luck dice:
Yo soy medico y trabaje en el sistema de atencion a reclusos en uno de los centros penitenciarios de la isla como parte de una especie de servicio social que teniamos que cumplir mucho de nosotros. Como supondran nada tiene que ver esto, aunque a veces se preste a CONFUSION, con la politica de estimulo que hacia los profesionales lleva a cabo nuestro gobierno.
Este no es el maltrato a que me voy a referir , este no me involucro a mi, sino a uno de los reclusos. No tiene trasfondo politico, solo habla de la ignorancia, a veces la inocencia de gente comun que tambien se ven envuelta en hechos medio serio, medio comico pero maltrato al fin y al cabo ahi le va la historia.
Me encontraba ejerciendo como medico en prisiones cuando visitando a una colega mia durante su consulta en una de esas carceles se aparece un guardia con un preso que debia ser consultado. Le pedimos que le quite las esposas y el guardia obedece. Mi colega tambien recien graduada me pide que me quede, al fin y al cabo dos cabezas reciengraduadas casi que piensan como una. Comienza la entevista, escuchamos como el reo nos explica que ha tenido varias “confusiones”. Profundizamos en el interrogatorio medico exigiendo saber las circunstancias en las que ocurrian estas “”confusiones”. El recluso nos explica que segun testigos el pierde el conocimiento, cae al piso y todo su cuerpo empieza a contraerse violentamente, suelta espuma por la boca. Insiste en que despues de estas “confusiones” no recuerda nada. Continua diciendo que el padece de estas “confusiones” bastante amenudo. Durante este periodo el guardia se notaba bastante incomdo, a veces hasta ansioso. Nosotros, haciendo acopio de profesionalidad y otras cosas, aguantamos la risa varias veces cuando el enfermo reo repetia insistentemente la palabra “confusion” para describir lo que nosotros ya habiamos diagnosticado, dada su propia descripcion, como convulsion. Pero con el interes de no interrupir la espontaneidad de los detalles que nos ofrecia le permitimos usar el termino una y otra vez sin corregirlo.
Nosotros no lo hicimos, lo hizo el guardia. Evidentemente de descendencia humilde y original de la parte conocida en Cuba como “La palestina”, el custodio no pudo aguantar mas aquel dezliz recurrente del reo. Le ha rayado un cocotazo(un yiti o algo asi) al preso que nos dejo con la boca abierta casi instantaneamente, y cuando estabamos a punto de recriminarle por abusar del recluso que a su vez parecia no haerse enterado de la agresion a que le habian sometido de esa forma en nuestra prescencia, el oficial mira al paciente casi con instinto paternal y le dice:
¿Que va a pensar el medico de ti? ¿Que eres un imbecil?
Esta bueno ya de decir que tienes una confusion, y que te han dado tantas confusiones, y que cuando tienes las cofusiones esto o lo otro.
Da la vuelta y se para delante de el y como un padre que regaña a su hijo le dice cara a cara:
eso no se llama CONFUSION y le grita como para que todo el mundo lo oyera:
Eso se llama INFUSION¡¡¡
Y hasta ahi duro la consulta del recluso y empezo, despues de nuestras incontrolables carcajadas, la del carcelero. -
Havanero en NY dice:
El mío comienza cuando llego a Cuba y todo me hace sentir que ya no soy de allí.
Y continúa al llegar acá y sentir que tampoco pertenezco a este lugar.
Y así, ad nauseam.
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Luck dice:
Encontre uno bueno por ahi por el blog de Paquito, este es nuevo:
La Habana, 18 nov (AIN) La posibilidad de ampliar la dieta del cubano con el consumo de la cactácea como alimento es una de las exposiciones más atractivas del Festival de cactus y suculentas, que sesionará en el Jardín Botánico Nacional (JBN) en diciembre próximo.
Especialistas del eco-restaurante “El Bambú”, del JBN, ofrecerán detalles sobre las virtudes nutritivas de las raíces, tallos, hojas y hasta las espinas de estas plantas, que han sido utilizados como comestibles para cerdos y caballos desde tiempos remotos.
Sin embargo, sus yemas y espinas son poco empleadas con tal propósito, sobre todo especies de Opuntia, Myrtillocactus, echinocereus y ferocactus, que sí son aprovechadas por campesinos turcos y brahanabes en la India, A tal efecto se comenzara un experimento en el Ciculo Infantil ” Los Enanitos” del municipio Songo la Maya. Este circulo infantil atiende ninos que padecen de autismo y por tanto sera mas factible que no se quesen por la ingestion de espinas y flores de cactus.
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Jorge Gonzalez dice:
Interesante sugerencia, habría para contar, en ambas orillas, y como dice Eduardo, los sutiles son los que mas joden, venidos de personas que de ninguna manera se esperaría maltrato, como el tendero de tu propio relato. Claro que los realizados desde el poder ya son peligrosos para la vida humana, así que si me lo permiten yo voy a darle voz a una persona que ahora mismo esta encarcelada injustamente, tras ser ilegalmente maltratada por el estado cubano. Este maltrato sucedió hace unos días contra la persona, no solo el, de Antonio Rodiles. El y algunos amigos esperaban frente a la sección 21 de la seguridad del estado para saber por una amiga que según los indicios dados por la policía se encontraba allí. Un grupo de mas de 50 personas, vestidas de civil, se abalanzo sobre el y otros que lo acompañaban. Los golpearon, los metieron a la fuerza en autos de la policía, los detuvieron sin razón. De todos solo Antonio Rodiles sigue encarcelado. El es director del proyecto cultural “Estado de SAT” y uno de los lideres de la “Demanda ciudadana por otra Cuba”. Creo que todos los cubanos sinceros, demócratas, de todas las tendencias políticas, debemos apoyar la demanda por su liberación, para que al menos uno de los tantos maltratos del estado cubano no se convierta en una encarcelación injusta. ¡Liberen a Rodiles!
Jorge Gonzalez
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Carlos Cabrera Pérez dice:
Sucursal de BFI en el edificio Sierra Maestra; voy a sacar dinero con mi tarjeta MasterCard, expedida por el banco donde tengo mis cuentas en España y contra mis documentos españoles.
No había cola, era temprano. Y el cajero-pagador -ataviado con corbata y sortija relumbrona- al leer q nací en La Habana, se empeña en que debo mostrarle mi pasaporte cubano.
Cuando viajaba a La Habana, iba siempre preparado para maltratos, triquiñuelas, e incidentes varios. Así q nunca me altere ante las pequeñas maniobras de esa fauna área CUC, experta en manicura made un Hialeah y en putear a sus paisanos.
Así q le doy mi pasaporte cubano y, al meter el número como identificación, MasterCard deniega la operación. Así hasta cinco veces; pero no me canso; le voy dando tarjetas Visas y MasterCard hasta la extenuación. Ninguna funciona con mi pasaporte cubano.
Me mira y me pregunta q que pasa y le digo, debe ser la máquina. Vuelve a intentarlo. Mi mujer española esta que se sube por las paredes; yo sigo con mi flema british, y ya viene el Supervisor o así, le cuenta lo que pasa. El hombre me pide la tarjeta y mi DNI español y Operación Autorizada. Le echa una mirada terrible y se aleja; entonces, me musita: y allá afuera uno puede tener tantas tarjetas, teniendo un pasaporte cubano?
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Alfredo Viamonte Marin dice:
Muy buena idea la de este post Eduardo. En el 2003 Trabajaba en el Hospital Viejo de Santa Clara, había acabado de regresar de Brasil donde había terminado mi maestría. El entonces director del hospital, ante tantos señalamientos recibidos en inspecciones por causa del mal desempeño de quien ocupaba el cargo de Responsable de Protección Radiológica, me pidió como “tarea de la revolución” que yo volviese a ocupar dicho cargo (lo había desempeñado años atrás con excelentes resultados, pero me había cambiado para otra plaza de físico medico en radioterapia). Yo amablemente rechace la oferta, recordando que la revolución nada tenia que ver con ese problema. Algún tiempo después, el propio director me llamo a su oficina y delante de quien era el subdirector administrativo en aquella época, me dijo que si yo no aceptaba el cargo, pues nunca más podría viajar, ni seria bien visto por la dirección del hospital. Le sonreí y le dije que claro que si, que aceptaba el cargo. Sentí en carne propia el sabor del chantaje y la extorsión. Fue la gota de agua. A finales de 2004 viaje a trabajo para Brasil, no regrese más. Pena que hasta hoy, no le halla podido agradecer, como su chantaje me quito todo vestigio de duda que podía tener entonces. Y después hablan de robo de cerebros. Saludos desde Rio de Janeiro
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IváN dice:
Eduardo: Hay “gusanos” que somos testigos de algo similar a lo que te ha pasado. Y hemos intentado ayudar, dentro de nuestras posibilidades. Normalicemos las cosas, pelase. Hay suizos, austriacos… y !cubanos!