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martes, 27 de noviembre de 2012

CUBA: CULTURA POLITICA Y REFORMAS

Barata Por: Jorge Gómez Barata

Publicación en Cubano1er.Plano

Sería ingenuo suponer que un proceso como el que tiene lugar en Cuba  puede transcurrir sin tensiones de diferente carácter e intensidad. A propósito  un profesor recordaba que Lenin se inició en la vida política confrontando a los “marxistas legales” rusos. Tal vez en Cuba ─decía─ los ponentes de la reforma tengan que enfrentar al “marxismo tradicional”.

El bloqueo económico, financiero y comercial que desde hace más de medio siglo afecta a Cuba fue y es también cultural y, además de al arte, la literatura, el cine y otras expresiones análogas, alude a los credos filosóficos, las concepciones acerca del mundo y la sociedad, las doctrinas económicas y humanísticas que en conjunto con la práctica forman la cultura política.

El férreo y extendido bloqueo que apartó a Cuba de la ciencia, la tecnología, las finanzas y el comercio con Estados Unidos, Europa occidental y América Latina, también segregó a la Isla del quehacer político de occidente, que forma su entorno natural.

Si bien el bloqueo protegió a los cubanos de las ideas reaccionarias, del consumismo y de la banalidad propia del capitalismo desarrollado, también los alejó de las ideas y concepciones avanzadas, incluso de las posiciones de la izquierda moderada y de los desarrollos del marxismo realizados en occidente y de la diversidad de corrientes políticas existentes allí.

De modo tan arbitrario como repentino, las políticas imperialistas excluyeron a los cubanos dejándoles como única opción los enfoques sociales, económicos y políticos vigentes en la Unión Soviética y Europa Oriental. Ello ocurrió precisamente en el momento en que en Cuba se desataba un vasto movimiento cultural que abarcó a toda la población y a todas las esferas del saber, incluyendo las ciencias sociales y a la política y que se realizó a partir de las concepciones soviéticas presentadas como auténticamente marxistas.

Ese proceso que se prolongó a lo largo de 30 años fue tan fuerte e intenso que desoyó las críticas del propio Fidel Castro y del Che Guevara que advirtieron acerca de los errores y defectos teóricos, metodológicos e históricos contenidos en los manuales de economía política, filosofía y otros textos teóricos de factura soviética.

En honor a la verdad, no todos los fenómenos que condujeron a la asimilación de los enfoques soviéticos mediante una empobrecedora copia, puedes atribuirse al bloqueo. Debido a circunstancias internas, el esfuerzo de formación política (instrucción revolucionaria se llamaba entonces) recayó en los cuadros del antiguo partido marxista quienes de buena fe, aunque también con altas dosis de dogmatismo e incluso de sectarismo, organizaron la difusión de un saber que llevó al rechazo, no sólo de todo el pensamiento considerado burgués, sino de todo el marxismo que no procediera de la Unión Soviética.

Aquellos esfuerzos que propiciaron la difusión en escala masiva del marxismo y los estudios sociales, también introdujeron dogmas, esquemas, simplificaciones y concepciones erradas que persisten a pesar de la desaparición de la Unión Soviética y del esclarecimiento de las circunstancias políticas que dieron lugar a ellas.

Es probable que la cultura política así adquirida y que enraizó profundamente en sectores que no han tenido oportunidades para conocer otros puntos de vista, actúe hoy como un obstáculo de naturaleza teórica y conceptual que frena el proceso de reformas en marcha y que requiere, entre otras cosas, de ideas nuevas, diversas y científicamente fundamentadas.

Aunque no conozco estudios que permitan generalizaciones, tal vez en los ámbitos académicos y políticos e incluso en las masas, existan confusiones teóricas y concepciones erróneas que los hacen oponerse a ciertas reformas en defensa de criterios que equivocadamente creen marxistas.

No descarto que haya personas que crean defender el marxismo cuando en realidad defienden anacronismos. Liberar a la cultura política cubana de tales lastres es una tarea difícil, puede tomar años y es todavía una asignatura pendiente. Allá nos vemos.